Mendoza

 La verdulería se incendió de naranja porque eran las cinco. 

El chófer no había almorzado todavía.  No le dije que tampoco yo, porque no importaba. 

Su auto era viejo, había muchos céspedes con hojas al rededor, y miraba las construcciones  tomadas de nostálgia. 

Ese señor era interesante, tombé mi cabeza para cantar " hay canciones y momentos....". El auto paró entonces en el semáforo. Aproveché para preguntarle lo que me estaba pendiente desde la noche passada, cuando los chicos de la casa me dijeron que ella vivia acá. 

- amigo, en que lugar de la ciudad vivió mercedes sosa?

Para mi sorpresa, instantaneamente el chófer sonrió, sacó su brazo a la izquierda y apuntó afuera, diciéndolo rapido poruqe iba pasando. Com las manos en movimiento apuntaba y decia:

-aquí aquí!!! Aquí vivió la negra, donde hay esta estación de servício!

Y miré por el vidrio de atrás la horible estación de servicio roja y amarillo. No podía creer en la coincidencia de estar a su lado.

-Ahi vivió.- me dijo él- Era una casa de adobe en la época. Vivía con Darío. No sabes, cuantas fiestas de fin de año hacian.

Me quedé un rato sentada en una mesa del terminal mirando el cielo azul mendoncino imaginando sus silencios y fiestas.. sintiendo su presencia celeste por toda esa tierra. cuando uno ama, la otra parte le encuentra... las coincidencias funcionan para hablarte algo siempre esencial